Hace unos años, un accidente forzó el cambio en mi vida laboral, lo que me hizo meterme en el mundo animal que tanto me gustaba. Y así llevo más de 17 años atendiendo animales, tanto a domicilio como en veterinarios y tiendas de mascotas.
La Lanzadera de Empleo ha fomentado mi responsabilidad, humildad y sensibilidad, que son valores a tener muy en cuenta a la hora de trabajar con esos seres tan especiales. Este año, y debido a lo sucedido, estoy mejorando mi competencia digital, haciendo tratamiento de la información y proyectando lo cultural y artístico que hay en mi interior.
Para adaptarme a la nueva normalidad, abro mi campo de búsqueda y tengo, no solo ilusión en seguir trabajando con las mascotas, sino también en un almacén, un supermercado o un negocio de copistería y diseño.
Disfruto con la fotografía y domino algunos programas de edición.