Conozco una frase en esquimal y también un mantra tibetano de cien sílabas. Soy coleccionista de reyes de roscón y adoro a Harpo Marx. Aparte de esto me gusta hacer entrevistas incisivas y adoro dar clases (bien es verdad que no he dado muchas). Tengo empatía con los estudiantes rebeldes porque fui uno de ellos. Creo que, bien llevadas, las instituciones culturales que hibridan formatos y saberes pueden resultar especialmente ágiles para situarse en este tiempo tan raro. Historiador del arte, reportero, ensayista, docente, tasador, corrector de textos, crítico, bibliotecario, encuestador telefónico… He organizado una mesa redonda en un descampado y otra en una azotea y fui comisario con dos antropólogos de una exposición sobre el suvenir. También conduje una caminata con decenas de personas por el recorrido de una línea de guagua. He estado en Egipto. Me gusta la hibridez.