"Cada uno de nosotros es responsable por todo y por cada ser humano". Simone de Beauvoir.

Encontrar mi vocación ha sido un camino orientado por la curiosidad por aprender cómo aplicar los conceptos de la psicología en ámbitos que exceden al clásico modelo de la consulta individual. 

Los inicios de esta búsqueda fueron como docente universitaria, transmitiendo a estudiantes los conceptos fundamentales sobre psicología aplicada a ámbitos sociales. Este lugar contribuyó enormemente a la consolidación teórica y puso a andar una pasión: la de jugar la partida de las prácticas en lo social.

Los ámbitos comunitarios y las instituciones, con sus diferentes colectivos y necesidades, siempre estuvieron presentes en mis experiencias como investigadora social y técnica en proyectos de inclusión socio-educativa y orientación profesional. 

La investigación me ha permitido profundizar en los múltiples factores en juego en estos escenarios marcados, en su mayoría, por profundas desigualdades sociales, educativas y laborales; las que muchas veces hacen de obstáculo para que tanto jóvenes como adultos puedan construir un proyecto profesional, aumentando así el riesgo de verse excluidos del sistema educativo y el mercado laboral.

Las experiencias como técnica y facilitadora me permitieron poner estos conocimientos al servicio del desarrollo de las personas. Con el objetivo de acompañar procesos de inclusión educativa y laboral, mi apuesta es a la creación de condiciones que posibiliten nuevas narrativas que orienten en la construcción de un proyecto de vida, a la par de facilitar espacios para el fortalecimiento de conocimientos, el desarrollo de competencias y la gestión emocional.

Este enfoque hace posible que el objetivo de la inclusión social  no se reduzca sólo a un número, sino que consolida posiciones implicadas y participativas, favoreciendo la autonomía y empoderamiento de las personas destinatarias. 

Porque construir espacios para que los sujetos puedan detenerse a pensar en su propio deseo y proyecto a futuro es, además de una vocación, una responsabilidad para quienes decidimos acompañar estos procesos.