Desde niña, tenía presente en mis juegos el servicio y cuidado a las personas. Durante este tiempo vas forjando lo que serás algún día, por lo que con los años decidí estudiar derecho, una forma de ayuda y servicio, pero además por las posibilidades que me presentaba para poder trabajar.

Una vez que finalicé, lo primero que hice fue estudiar oposiciones, pero corría el año 1992-1993 y España se vio afectada por una crisis y mis oposiciones fueron congeladas, por lo que tuve que hacer pequeños trabajos para "ir tirando".

Pero no todo es malo y tuve la buena suerte de poder convertirme en Técnico de Prevención de Riesgos Laborales, profesión que me apasionaba, y que me vi obligada a dejar ya que una operación de espalda me apartó, convirtiéndome en una joven pensionista con una incapacidad reconocida del 39%. Lo que sí tuve claro desde el principio es que no podía abandonar y decidí dedicarme a otra forma de ayuda a las personas, sobre todo a los mayores o a aquellos que pasaban un mal momento. Entonces estudié el Máster Universitario de intervención en enfermos de Alzheimer y otras demencias, finalizado con una nota de 9,30. Después, para conseguir llegar al perfil que deseaba, estudié el Máster Universitario de administración Sanitaria y, por último, el Máster Universitario en cuidados paliativos, así como otros cursos para ir perfeccionando lo que quería que fuera mi profesión. Al tiempo que compaginaba con mis estudios trabajos como orientadora laboral.

Soy una persona amable y empática, siento especial sensibilidad por las personas más débiles, y enseguida aprendo el trabajo a desarrollar en cualquier empresa. Respondo, sin lugar a duda, a los requerimientos que exigen mi profesionalidad y humanidad.