Soy una persona bastante inquieta. Siempre estoy haciendo cosas, y a su vez sé prestar atención en los momentos importantes.
Me gusta llevarme bien con todo el mundo, a lo que me ayuda mucho mi carácter comunicativo, tolerante y empático.
Empecé en la fotografía con 13 años. Un profesor me enseñó a hacer fotos con una caja de zapatos forrada de negro por dentro, al fondo papel fotográfico y un agujero hecho con un alfiler y una tapa con un trocito de cartón.
Tomada la fotografía, con su tiempo de exposición, voy a revelar al cuarto oscuro, y cuando ves cómo va apareciendo la imagen en el papel que hasta hace un momento era una hoja en blanco, ¡¡ese momento es mágico!!. ¡¡Todavía me acuerdo de esa fotografía!!
Esa fotografía me marcó para siempre Desde entonces pasé muchas horas en el laboratorio, días y días con la cámara analogía al cuello. Después conseguí una cámara digital para captar miles y miles de momentos, de lugares y de personas.
Siempre buscando dejar constancia de las formas más bellas.