Las palabras que mejor me definen y se relacionan entre ellas son amable y ayuda. Estas cualidades se han gestado desde mi infancia y en mi familia, vivir con personas mayores y tener una persona con diversidad muy cercana, ha hecho que me implicara más y es así como comienza a picarme el “gusanillo” por el mundo de la integración.
Desde que llegué a una edad oportuna he colaborado en la Asociación de familiares y enfermos de Alzheimer y Parkinson de Alcalá de Henares. Enfermedades que no queremos escuchar en nuestro entorno debido a su dificultad para los enfermos y sus familias. Sin embargo, para mí es reconfortante poder ayudar a estas personas bajo mi prisma profesional y humano.
Realicé trabajos varios, ninguno relacionado con mi verdadera vocación, por esto, decidí formarme para trabajar en lo que realmente me atrae e interesa.
Posteriormente vendría otra prueba de “fuego”, voluntariado y prácticas con menores de edades comprendidas entre los 12 y 17 años en situación de riesgo. Esta experiencia la desarrollé en Salesianos de Alcalá de Henares donde quedé sorprendida al escuchar cómo expresan sus inquietudes y necesidades. Para ello, les proporcione apoyo a nivel educativo, diferentes actividades con las que aprender y mejorar las habilidades sociales, control y expresión de emociones, interacción con iguales y superiores.
Espero tener oportunidades profesionales donde pueda poner en acción mis cualidades, competencias y dar a conocer que la integración social es mi verdadera vocación.