“Quien recibe una idea de mí, recibe instrucción sin disminuir la mía; igual que quien enciende su vela con la mía, recibe luz sin que yo quede a oscuras.”
Thomas Jefferson.
Todos, en algún momento de nuestro proceso vital, somos susceptibles de necesitar ayuda. Como animales sociales que somos, disponemos de los recursos que nos proporciona la vida en comunidad: “la tribu”. Si sus mecanismos protectores naturales no son suficientes, se han de articular otros que asuman la responsabilidad social de que nadie se quede sin protección.
Esta responsabilidad social me llevó a formarme para intervenir socioeducativamente con colectivos vulnerables de una manera profesional, desde el máximo respeto a las personas que los integran, ofreciendo acompañamiento y recursos que permitan afrontar con actitud constructiva los problemas para superarlos.
Lo que yo aporto en estas situaciones de crisis es un firme compromiso con la vida en comunidad, empatía, prudencia y adaptabilidad, para trabajar cooperativamente por un presente y futuro mejor para todos.
Consciente de que no es posible el éxito personal y profesional si no implica mejoras para la sociedad, estoy dispuesta a ofrecer lo mejor de mí para colaborar con la producción de cambios positivos.