En los primeros 10 años de mi trabajo en el mundo laboral, desempeñé las funciones para las que me había preparado: de farmacéutica tanto adjunta como sustituta. En esos años aprendí el trato con el público; sobre todo personas de edad que necesitan ser escuchadas. En ese momento supe que tengo don de gentes y que mi empatía y mi actitud de escucha hacia los demás son unas de las características que me definen personal y profesionalmente. También aprendí a tener la responsabilidad que de mi profesión se espera y a resolver las dificultades que, innegablemente, se van presentando en el camino, incluso en acciones no efectuadas por mí; así como a estar dispuesta a irme de mi ciudad natal en busca de trabajo y que en las situaciones que no dependan directamente de nosotros, es muy importante saber mantener la calma y el control.
Tras un punto de inflexión que cambió y marcó mi vida para siempre y del cual fui consciente de mi fortaleza, mi tesón y perseverancia para seguir estudiando y aprendiendo aún en circunstancias adversas y de ser capaz de incorporarme de nuevo al mercado laboral porque la vida, después de todo continúa, tomé un rumbo totalmente distinto, trabajando durante 4 años en una empresa ejerciendo las funciones de auxiliar administrativo. Allí aprendí conocimientos y pude desarrollar mis habilidades y destrezas en el trato con el cliente y a afrontar los retos profesionales que me han sido propuestos.
Esto me ha conducido a ser la persona que soy: altamente responsable, efectiva, eficiente, resolutiva, dinámica y asertiva.
Mi capacidad de aprendizaje me lleva a estar dispuesta a formarme continuamente. Pero ahora mi objetivo profesional va más encaminado a lo que es verdaderamente mi pasión que es la artesanía, de todo tipo. Soy de las personas que creen que hay que ser fieles a uno mismo y a las propias convicciones, por lo que no importa tanto el tema pecuniario, si no aquello que nos aporta felicidad. Esto me define en tener capacidad de superación y adaptación, de no venirme abajo y de seguir adelante siempre. Pues así soy yo, una mujer que no se rinde.