Desde siempre me ha preocupado la realidad social que me rodea y casi siempre he estado comprometida en ello, sobretodo allí donde hay situaciones en las que la vida se hace difícil. Llevo 25 años en la intervención social, empezando desde el voluntarismo, y terminando estudiando el Grado de Educadora Social.

He trabajado en piso de menores y en recurso cerrado de mujeres en situación de vulnerabilidad así como de manera voluntaria en calle con mujeres que ejercen prostitución de calle.

Mi valor el creer en la persona, creo que toda persona tiene un potencial que con las herramientas adecuadas es capaz de mostrar. Fruto de esa experiencia y constancia he ido configurando mi persona, se me da bien la escucha activa, la empatía he aprendido a ser flexible y a sacar de cada experiencia lo positivo, me considero resiliente.

Se trabajar en equipo y me adapto con facilidad.

Mi objetivo profesional es poder seguir aportando y aprendiendo, seguir en la lucha por la justicia social y la equidad.