Mi comienzo con la ilustración y el diseño es ya desde la infancia, utilizando las técnicas tradicionales (papel y lápiz, tinta, acuarela, óleo...) para más adelante pasar a usar el software de diseño y la tableta gráfica como herramientas artísticas, y finalmente culminar una evolución constante con el modelado de personajes en 3D. Todo ello de modo autodidacta, alimentado por la pasión por desempeñar ese trabajo y reforzado por diversas formaciones más oficiales que me abrieron las posibilidades del mercado laboral.

Posteriormente pasé a ver el diseño gráfico desde otro punto de vista: el de un taller de artes gráficas, en el que aprendí las cosas que no aparecen en los libros y que solo la experiencia te puede ofrecer, además de manejar diversa maquinaria como troqueladoras, guillotinas, plegadoras, encoladoras y demás herramientas del proceso de manipulado y postimpresión.

Esa época me sirvió de gran aprendizaje no solo profesional sino también vital, basado en la superación de hitos importantes que me granjearon el reconocimiento de mis superiores y el apoyo y la confianza de un gran equipo de compañeros.

Más tarde, me adentré por hobby en el mundo de la fotografía, consiguiendo algunos premios en varios concursos fotográficos y finalmente en la grabación y edición de vídeos corporativos y de cursos online.

Tengo una visión global del mundo del diseño gráfico y la imagen, que no solo se ciñe a estar sentado delante del ordenador o el papel intentando ser creativo, y toda esa experiencia adquirida, junto con mi visión de la docencia lo más práctica posible, me ha permitido llevar a cabo con éxito la labor de docente de aplicaciones de diseño gráfico en diferentes centros y acciones formativas, tras lo que descubrí el inmenso placer que supone ver el progreso ajeno gracias a compartir los conocimiento propios.