¿Conoces personas que han estudiado una lengua y no son capaces de hablarla?
Me llamo Esther y hace más de veinte años descubrí a lo que me quería dedicar. Conocí a muchos estudiantes que llegaban a España y no podían hacer una vida normal: No hablaban español suficiente para ir a una cafetería, para comprar en el supermercado o para poder coger el autobús. Así que decidí ayudarles a llevar una vida autónoma en España y a comunicarse en todas las situaciones .
Considero que soy capaz de crear un ambiente calmado y cálido donde los estudiantes no se bloquean para hablar español, me adapto a sus necesidades y a su ritmo de aprendizaje. A esto contribuye que he tenido alumnos en situaciones y contextos muy variados: en edades, desde 16 a 70 años, de diferentes orígenes, con niveles iniciales y expectativas distintas.
Mis estudiantes destacan de mí que soy una persona acogedora y con mucha paciencia. Lo que sí me considero es flexible para adaptarme a cada situación individual y ayudar en el camino paso a paso. Estoy habituada a trabajar tanto de forma autónoma, como formando parte de un equipo y me siento bien en ambas facetas. Me describo como una persona comprometida con mi trabajo y con los estudiantes que confían en mí. Ellos deben ser los protagonistas de su propio aprendizaje y mi papel es acompañar, apoyar y también aprender de ellos.
La enseñanza de español está avanzando cada día y yo continúo avanzando también: reforzando mis habilidades digitales y de comunicación para poder llegar a más personas, adaptándome a la realidad de clases onliney las herramientas tecnológicas.